¡Los Latinos Nos Vacunamos!

Vacunarte contra el COVID-19 es un compromiso para salvar tu vida y las de tus familiares y amigos. No lo pienses más, la vacuna es segura, efectiva, fácil, gratis y está disponibles para todos.

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Cuando nos vacunamos, nuestro organismo empieza a desarrollar y activar nuestra respuesta inmune hacia el virus que causa el COVID-19. Esto ayuda a que el cuerpo aprenda a combatir el virus sin haberse expuesto al virus real. Si nos exponemos al virus en el futuro, nuestro sistema inmunitario “recordara” cómo combatirlo.

Por lo tanto, las vacuna contra el COVID-19 te ayudan a protegerte de contraer el COVID-19 o de enfermarte gravemente con el virus. Todas las vacunas contra el COVID-19 autorizadas proporcionan muy buena protección contra un cuadro agudo de la enfermedad y la hospitalización a causa del COVID-19. Tenga en cuenta que al cuerpo le lleva tiempo crear inmunidad después de la administración de la vacuna y que tendrá protección completa recién dos semanasdespués de la última dosis.

Luego de haberse vacunado, algunas personas tienen efectos secundarios que se manifiestan en dolor o hinchazón en el brazo en el cual recibieron la inyección; cansancio, dolor de cabeza, escalofríos o fiebre. Estos malestares pueden durar 1 o 2 días. Esto es totalmente normal. Estos efectos secundarios generalmente significan que la vacuna está funcionando, ya que le está enseñando a nuestro cuerpo a reconocer y a combatir el COVID-19. Si no tienes estos efectos secundarios, eso también es normal, la vacuna contra el COVID-19 todavía está funcionando.

Aquí esta una lista de efectos secundarios más comunes, los cuales deberían desaparecer en pocos días:

  • Dolor, enrojecimiento o hinchazón en el brazo donde recibió la vacuna
  • Fatiga o cansancio
  • Dolor de cabeza
  • Dolores y molestias musculares
  • Escalofríos
  • Fiebre
  • Nausea

 

Las vacunas han existidos por décadas y son una pieza importante para prevenir enfermedades serias que ponen en riesgo la salud de las personas (polio, sarampión, gripe, etc.) En cuanto a la vacuna contra el COVID-19 en particular, toda la información disponible muestra que las vacunas son seguras. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) evaluó rigurosamente y luego autorizó las vacunas contra el COVID-19.

Millones de personas en los EE.UU. ya han recibido la vacuna contra el COVID-19 de manera segura. Las vacunas están evitando que las personas se enfermen de COVID-19 y por lo tanto están salvando vidas y ofreciendo la oportunidad de superar la pandemia.

El desarrollo de la vacuna contra el COVID-19, al igual que todas las otras vacunas, siguen una seria de pruebas rigurosas, las cuales incluyen que miles de personas participantes en estudios clínicos. Una vez que haya suficiente información recaudada, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) determina la validez del estudio clínico, los riesgos y los beneficios, y aprueba o rechaza la la vacuna antes de que llegue al público.

Las vacunas contra el COVID-19 actualmente disponibles recibieron aprobación de la FDA para uso de emergencia  como medida para acelerar la recuperación del país de una situación de salud pública grave, en este caso una pandemia. Luego de su aprobación, la FDA continúa monitoreando los efectos secundarios de las vacunas.

Los investigadores que realizaron los ensayos clínicos de las vacunas contra el COVID-19 aprobadas a la fecha se aseguraron de incluir a voluntarios de diferentes grupos de edad, razas/etnias y otras variables. Los voluntarios donde se estudió la vacuna incluyeron negros, latinos, asiáticos, nativos americanos, blancos, jóvenes, ancianos, saludables, no saludables, rurales, y urbanos. La razón por la cual se incluye una variedad de participantes es para asegurarse de que las vacunas actúan de manera segura y eficaz para la mayor cantidad de personas posible.

El COVID-19 ha tenido un impacto desproporcionado en las comunidades hispanas y negras. Ambos grupos no siempre han sido incluidos en estudios clínicos. Sin embargo, en los estudios clínicos de las vacunas contra el COVID-19, los investigadores se aseguraron de que entre los voluntarios hubiera personas de color, así como personas mayores de65 años que corren mayores riesgos de complicaciones a causa del virus.

Las vacunas contra el COVID-19 que han sido aprobadas se desarrollaron en un tiempo record. A pesar de la rapidez, estas vacunas pasaron por los ensayos clínicos apropiados y revisiones de seguridad, al igual que otras vacunas de antes. Lo que ayudó a su rapidez fue la necesidad de combatir la emergencia global y de la existencia de información y algunas tecnologías que ya se tenían por mucho tiempo.

En el caso del COVID-19, el virus era nuevo, pero pertenece a una familia de virus con característica similares (coronavirus) de las cuales ya se tenía mucha información. En cuanto a la tecnología ARNm usada por algunas vacunas contra el COVID-19, ésta se ha desarrollado por más de 10 años, por lo tanto, su adaptación fue rápida. Los participantes en los ensayos de estudio (40,000 en Pfizer y 30,000 en Moderna) se inscribieron rápidamente debido al interés público generado. Las instalaciones de producción de vacunas se construyeron antes de saber si es que serían aprobadas (anteriormente los fabricantes de vacunas esperaban a que se apruebe la vacuna para recién conseguir licencias para construir instalaciones). En algunas vacunas, hubo fases del estudio que fueron superpuestas. La FDA comprimió el cronograma de revisión de los resultados proporcionado por las farmacéuticas al contar con investigadores trabajando por la noche, los días y los fines de semana en equipos paralelos.

En suma, las investigaciones fueron compartidas y los obstáculos burocráticos fueron eliminados a una escala jamás antes vista para así permitir el desarrollo de la vacuna rápidamente.

Existen tres vacunas contra el COVID-19 que han recibido autorización para su uso de emergencia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés). Estas son:

  • La vacuna Pfizer-BioNTech, dos dosis, para personas de 12 años y más.
  • La vacuna Moderna COVID-19, dos dosis, para personas de 12 años y más.
  • La vacuna Johnson & Johnson, una dosis, para personas de 18 años y más.

 

Diferentes vacunas contra el COVID-19 (CDC)

Las vacunas Pfizer y Moderna requieren una segunda dosis para para contar con la máxima protección. La primera dosis ayuda a nuestro cuerpo a reconocer el virus y prepara a nuestro sistema inmunológico, mientras que la segunda dosis fortalece esa respuesta inmunológica. Necesitamos recibir la segunda dosis para estar completamente protegidos ya que nuestra inmunidad será mucho mayor después de haber recibido dos dosis de la vacuna.

Las vacunas contra el COVID-19 no son intercambiables. Si recibió la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech o de Moderna, debería recibir el mismo producto para su segunda dosis.

Vacunas contra el COVID-19 que requieren 2 dosis (CDC)

Las vacunas autorizadas contra el COVID-19 no contienen el virus vivo que causa el COVID-19 por lo tanto no pueden transmitir el virus que causa el COVID-19. Las vacunas son un tipo de medicamento que enseña a nuestro cuerpo a prepararse para para reconocer y combatir el virus si nos hemos expuesto.

Las vacunas Pfizer y Moderna usan ARN mensajero también conocido como ARNm. El ARNm le enseña a nuestro cuerpo a reconocer y a combatir el virus que causa el COVID-19. El mRNA no contiene ningún virus vivo, por lo que no puedes enfermarte con COVID-19 debido a estas vacunas. Para obtener más información, haz clic aquí.

La vacuna Johnson & Johnson no usa ARN mensajero, sino que usa un vector viral para crear una fuerte respuesta inmune en nuestro cuerpo que reconocerá y combatirá el virus que causa el COVID-19. El vector viral de la vacuna Johnson & Johnson contra el COVID-19 tampoco contiene ningún virus vivo, por lo que no puedes enfermarte con COVID-19 de esta vacuna. Para obtener más información, haz clic aquí.

La información existente sugiere que las vacunas contra el COVID-19 autorizadas brindan protección contra la mayoríade las variantes. Sin embargo, nuevas variantes se desarrollan y los científicos evalúan constantemente si las vacunas autorizadas protegerán a los vacunados de estas variantes. Todavía estamos aprendiendo exactamente cuán eficaces son las vacunas contra las nuevas variantes del virus que causa el COVID-19.

Es muy poco probable que haya efectos secundarios graves que causen un problema de salud a largo plazo luego de haberse vacunado contra el COVID-19.

Históricamente, los efectos secundarios de las vacunas nuevas generalmente ocurren dentro de las seis semanas siguientesa la aplicación de la dosis de la vacuna. La vacuna Pfizer y Moderna se aprobaron en diciembre del 2020 y Johnson & Johnson se aprobó en Febrero de 2021.

Se podría decir que los efectos secundarios a largo plazo de la vacuna contra el COVID-19 es improbable.

Por este motivo, la Administración de Drogas y Alimentos (ADA por sus siglas en inglés) exigió que cada una de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas se estudiara durante al menos ocho semanas después de la última dosis.Millones de personas han recibido las vacunas contra el COVID-19, y no se han detectado efectos secundarios a largoplazo.

Las personas sin seguro médico pueden recibir las vacunas contra el COVID-19 sin costo alguno. Nadie debe pagar por la vacuna. No pueden cobrarte ninguna cuota de administración, o copago, o deducible si es tienes seguro médico.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) informa que las vacunas distribuidos a través del país son compradas con fondos federales y serán administradas sin costo a la población.

Si puedes vacunarte. las vacunas contra el COVID-19 están disponibles para la comunidad indocumentada. Los proveedores de salud no pueden discriminar y no pueden impedir que las personas indocumentadas reciban las vacunas contra el COVID-19. No se exige ciudadanía estadounidense para que las personas reciban la vacuna contra elCOVID-19.

Además, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS por sus siglas en inglés) ha declarado que los oficiales de inmigración no estarán en los sitios de vacunación (ICE). El objetivo del gobierno federal es asegurarse que todas las personas que viven en los Estados Unidos tengan acceso a la vacuna. Es probable que se solicite cierta información personal al momento de recibir la vacuna (nombre, edad, etc.) y esta información personal solicitada variará según el sitio, pero tenga la seguridad de que esta información es privada y no se compartirá con otras entidades.

Declaración del HHS al acceso igualitario de la vacuna (HHS) (en inglés)

El CDC recomienda que los adultos de cualquier edad que viven con alguna enfermedad crónica o preexistente se vacunen contra el COVID-19 porque corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa de este virus. Lo más aconsejable es que tengas una conversación con tu doctor para determinar si es que la vacuna es una buena opción para ti.

Las siguientes condiciones de salud podrían aumentar su probabilidad de enfermarse gravemente a causa del COVID-19: cáncer, enfermedad renal crónica, enfermedades pulmonares crónicas, demencia, diabetes, síndrome de Down, afecciones cardíacas, infección por VIH, sistema inmunitario debilitado, enfermedad hepática, obesidad, etc.

Con base en lo que se sabe hasta el momento, las mujeres embarazadas o que han estado embarazadas recientemente podrían tener mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 que las mujeres que no están embarazadas. Aun así, la mayoría de los expertos dicen que las mujeres embarazadas o que están amamantando deben tener una conversación personal con su doctor y juntos tomar la mejor decisión. Por lo tanto, comunícate con tu proveedor de atención médica para averiguar si debes recibir la vacuna durante el embarazo o la lactancia.

Vacunas durante el embarazo y el periodo de lactancia (CDC)

Sí, los expertos recomiendan vacunarse, independientemente de si ya tuviste COVID-19. Todavía no se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad natural al COVID-19 (la que se desarrolla tras recuperarse de la enfermedad). Incluso si ya seha recuperado de COVID-19, es posible (aunque muy raro) que vuelva a infectarse con el virus que causa el COVID-19. El CDC recomienda que las vacunas deben ser ofrecidas al margen del historial de infección previa sintomática o asintomática que la persona tenga. Si ha tenido COVID-19 en los últimos 90 días, consulte con su médico cuándo deberíavacunarse.

 

Si bien es cierto que los jóvenes tienden a tener pocos o ningún síntoma si contraen la enfermedad y no son tan propensos como las personas mayores a ser hospitalizados o morir a causa de la infección del Covid -19, la vacuna los protege de una infección de COVID-19 potencialmente peligrosa. Por ello, el CDC recomiendan que todas las personas de 12 años o más en Estados Unidos se vacunen contra el COVID-19 lo más antes posible.

Asimismo, las personas menores de 18 años representan el 24% de la población de los Estados Unidos. Por lo tanto, no se podrá alcanzar una inmunidad de rebaño sin vacunar a los jóvenes. Alcanzar la inmunidad de rebaño ocurre cuando un gran porcentaje de la población se hace inmune a una enfermedad de tal manera que el contagio de persona a persona es muy improbable.

En este momento, no se sabe cuánto tiempo dura la protección de las vacunas. El virus está cambiando o mutando, lo que puede hacer que necesite vacunarse. Además, cada vacuna contra el COVID-19 tendrá su propio calendario único dependiendo de cuánto tiempo dure la inmunidad o la protección. Los expertos están trabajando para saber más sobre cuánto tiempo nos protegerá la vacuna contra el COVID-19 una vez que nos vacunemos. El CDC mantendrán al público informado a medida que haya nueva evidencia disponible.

Sí puedes contraer coronavirus aun cuando ya estas completamente vacunado; sin embargo, la probabilidad de que esto suceda es muy baja, pero es normal, no solo con la vacuna COVID-19, sino, con cualquier otra vacuna que sea “altamente eficaz”.

Es necesario recordar que ninguna de las vacunas aprobadas contra el coronavirus es 100% efectiva. Es decir, si el índice de eficacia de una vacuna es del 95%, 5 de cada 100 personas vacunadas podrían enfermarse. Los expertos dicen que, si te infectas después de haber recibido la vacuna, lo más probable que la enfermedad sea asintomática o leve.

El CDC considera que las personas tienen la vacuna completa dos semanas después de haberse puesto la segunda dosis de Pfizer o Moderna o la única dosis de Johnson & Johnson (el cuerpo demora dos semanas en crear inmunidad luego de haberse puesto la vacuna). Si no cumple estos requisitos, sea cual fuere su edad, NO está totalmente vacunado. Siga tomando todas las precauciones hasta estar totalmente vacunado.

Las personas que están completamente vacunadas pueden comenzar a retomar con seguridad muchas de las actividades que hacían antes de la pandemia, excepto cuando así lo requieran las leyes gubernamentales o los lugares de trabajo. El CDC actualizan constantemente sus recomendaciones por lo que se sugiere revisar su sitio web para obtener la última información.

Las personas totalmente vacunadas pueden reanudar sus actividades sin usar mascarilla excepto cuando así lo requieran las leyes. Las mascarillas son obligatorias en aviones, autobuses, trenes y otros medios de transporte público. El CDC recomiendan que los viajeros que no tienen la vacuna completa sigan usando una mascarilla y manteniendo distancia física al viajar.

La vacunación contra el COVID-19 en los Estados Unidos es voluntaria. Es una decisión personal. Si no te vacunas, corres el riesgo de contraer el COVID-19 y enfermarte gravemente con el virus. Si es que tienes una enfermedad preexistente, tu riesgo es mucho mayor. Si no te vacunas, tu decisión podría dificultar la obtención de la inmunidad de rebaño, la cual se logra cuando un gran porcentaje de la población se hace inmune a una enfermedad de tal manera que el contagio de persona a persona es muy improbable.

Si te vacunas, te ayudará a protegerte de contraer el COVID-19 o de enférmate gravemente con el virus; contribuirá a una mayor inmunidad colectiva y menos casos de COVID-19 en tu comunidad; ayudará a acabar con la pandemia y poder volver a hacer las cosas que hacíamos antes de ella.

Los Mitos Más Comunes Sobre la Vacuna Contra el COVID-19

Mito: Las vacunas contra la COVID-19 no son seguras, porque se fabricaron demasiado rápido, con mucho apuro.

Realidad: Se ha demostrado científicamente que la vacuna es segura y eficaz.

La vacuna contra la COVID-19 se sometió a ensayos clínicos y revisiones de seguridad para obtener la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA). Más de 40,000 personas participaron en los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer y más de 30,000 en los ensayos de Moderna.Gobiernos y compañías alrededor del mundo invirtieron más dinero en las vacunas contra el COVID-19 que cualquier otra vacuna, investigadores médicos han estado trabajando en estas tecnologías por décadas. Los obstáculos burocráticos fueron eliminados y las investigaciones fueron compartidas a una escala jamás antes vista para permitir el desarrollo de la vacuna rápidamente.

Mito: Puedo contraer COVID-19 por medio de la vacuna.

Realidad: No puede contraer COVID-19 por la vacuna.

Ninguna de las vacunas contra la COVID-19 aprobadas usa el virus vivo. No hay nada en la vacuna que pueda causar la COVID-19. Las vacunas de Pfizer y Moderna usan ARNm, que significa ácido ribonucleico mensajero. El ARNm enseña a nuestras células cómo producir una proteína que provoca una respuesta inmunitaria en nuestro cuerpo. Esa respuesta inmunitaria, que produce anticuerpos, nos protege de infectarnos si el virus real ingresa a nuestro cuerpo.

A veces, este proceso puede causar síntomas, como dolor en el brazo, fiebre, dolores musculares, entre otros. Esos síntomas se dan ante la respuesta inmune de su cuerpo, los cuales generalmente son leves y desaparecen después de unos días.

Por lo general, el cuerpo tarda algunas semanas en desarrollar inmunidad después recibir la vacuna. Eso significa que es posible que una persona se infecte con el virus que causa la COVID-19 y se enferme justo antes o después de la vacunación. Esto se debe a que la vacuna no ha tenido suficiente tiempo para generar la debida protección.

Mito: La vacuna implanta microchips de seguimiento en las personas.

Realidad: No hay dispositivos de seguimiento en la vacuna.

No hay microchips ni dispositivos de seguimiento en la vacuna. Este mito comenzó en el internet con afirmaciones falsas sobre microchips en las vacunas.

Mito: La vacuna cambiará permanentemente mi ADN.

Realidad: La vacuna no puede cambiar el ADN ni la composición genética de una persona.

Las vacunas de Pfizer y de Moderna anti COVID-19 contienen un tipo específico de material genético llamado ARNm. El ARNm de las vacunas no ingresa al núcleo de una célula que es donde se almacena el ADN. El uso de ARNm permite que el sistema inmunológico de los cuerpos desarrolle una defensa contra la COVID-19, la cual es un virus ARN. El cuerpo elimina el ARNm después de 1 a 2 semanas. Si bien esta técnica es nueva, no es desconocida. Esta tecnología lleva siendo estudiada durante más de una década.

Mito: Ya tuve COVID-19 en el pasado, así que no necesito la vacuna.

Realidad: Debe recibir la vacuna, incluso si tuvo COVID-19.

Los expertos no saben si los anticuerpos generados como consecuencia de la infección pueden proteger contra la reinfección y si lo hacen, por cuánto tiempo; a esto se lo conoce como inmunidad natural. La evidencia preliminar sugiere que la inmunidad natural contra la COVID-19 puede no durar mucho tiempo, pero se necesitan realizar más estudios para tener una comprensión más amplia al respecto.

Según las recomendaciones de los CDC, las vacunas deben ser ofrecidas independientemente del historial de infección previa sintomática o asintomática que la persona tenga. Asimismo, sugieren que si recibió un tratamiento para el COVID-19 con anticuerpos monoclonales o plasma de convaleciente, debe esperar 90 días para vacunarse contra el COVID-19. Hable con su médico si no sabe con certeza qué tratamientos recibió, o si tiene más preguntas acerca de vacunarse contra el COVID-19.

Busque un lugar donde vacunarse

Las vacunas contra el COVID-19 están disponibles GRATUITAMENTE para todas las personas mayores de 12 años, sin importar su estado migratorio o si tienen o no seguro médico.

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